De nueva cuenta a vista de todos los habitantes de la Ciudad de México y zona conurbada vimos como otra vez el canal de el río La Compañía se desbordó afectando al menos 500 familias, el cual los medios oficiales hacen un comparativo de que no fue mucho a comparación de la veces pasadas (hace once años aproximadamente, 2 de junio de 2000,18 de junio de 2000, 2 de febrero de 2010 y el pasado 16 de abril del año en curso) si bien para hacer alarde de que el gobierno si trabajó y que los impuestos de los contribuyentes están trabajando, las promesas de políticos no se hacen esperar al irse a parar en medio de la gente afectada sin ver el daño que causan con su sola presencia por los discursos demagógicos de siempre y por la falta de consideración hacia la clase trabajadora.
Si bien lo acontecido por causas naturales trata de decirnos algo pero no meramente que tenga que ver con rollos supersticiosos mas bien da conocer el hecho de que el estado burgués es ineficiente y poco le importa la clase trabajadora pero también da cuenta de que la gente está cansada de que año con año lo mismo de que va a llegar un momento en el cual la bomba va a estallar y tan solo veamos lo que decía algunos “en donde están mis impuestos”, “ la misma chingadera de siempre y el gobierno nos da diez mil pesos que cree que con eso me va alcanzar para comprar lo que el agua me amoló” y cosas por el estilo que cada vez demuestran el enojo de la gente hacia el gobierno burgués, hacia los que detentan los medios de producción y por ello es necesario cambiar el actual sistema de cosas, con el cual se vele por los intereses de la clase trabajadora así como también luchar por ello, por organizarnos y plantear acciones inmediatas ante los problemas que tienen una fuerte repercusión en la clase trabajadora.
Estos sucesos, demuestran la incapacidad de los gobiernos tanto del D.F. como del Estado de México, ya en todas las ocasiones anteriores, no hacen más que aparecerse por la zona afectada y decir que se darán apoyos. Efectivamente, con una indemnización mínima no se alcanza a cubrir el patrimonio que miles de familias pierden y el cual consiguieron con toda una vida de partirse el lomo. Estas autoridades no son competentes para solucionar los problemas de vivienda y drenaje en malas condiciones, y las inundaciones son la mejor muestra de ello. No obstante, se han hecho inversiones multimillonarias como la Nueva Sede del Senado en Paseo de La Reforma con una inversión de 1 563 millones de pesos, o los despampanantes actos para conmemorar el pasado “bicentenario” de casi 3 mil millones de pesos. Todo este despilfarro bien se pudo utilizar para la solución de los problemas que sufre nuestra ciudad.
Pero no hay mejor manera de frenar esta situación más que con la difusión de estas injusticias, y clamar el descontento generalizado, para así aglutinarlo en comités vecinales que luchen por la mejora de la calidad de vida en los barrios, pero teniendo siempre presente, que el problema no está en las autoridades del DF, sino más concreto en el sistema neoliberal capitalista que sólo asegura el bienestar de unos pocos, a costo de la miseria de millones, el cual es necesario derribar.
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