La COMECOM y sus tareas históricas.


Desde finales de Octubre del 2010, diversas organizaciones sociales, políticas, estudiantiles y populares nos hemos agrupado en la Coordinadora Nacional Contra la Militarización y la Violencia de Estado (COMECOM), para crear un frente que busca frenar la creciente militarización del país y generar mejores condiciones sociales para todos; demandando salud, educación y empleo como medidas efectivas para combatir el narcotráfico.
La COMECOM, tiene su origen como consecuencia del ataque al compañero José Darío Álvarez, estudiante de sociología de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), quién fue reprimido brutalmente, cuando policías federales dispararon contra decenas de manifestantes que participaban en las llamada “Kaminatas contra la muerte”.  A raíz de estos hechos, se han realizado diversas actividades en contra de la militarización, por ejemplo: “kaminatas contra la muerte”, en diversas instituciones educativas (UNAM, UAM, IPN); brigadas informativas; círculos de estudio; foros;  y la “Marcha contra la militarización y la violencia”, que se llevó a cabo el 17 de Febrero, con réplicas en diversos estados de la república (Oaxaca, Baja California, Tijuana); y que concluyó en la rectoría de C.U., con el encendido de 7,000 veladoras en representación de los 35, 000 muertos (en esa fecha) por la “guerra contra el narcotráfico”, con la consigna “ALTO A LA MILITARIZACIÓN”.
El papel que se ha desempeñado en el contexto actual ha sido un tanto sobresaliente, pero, no hay que crearse la idea de ser la organización vanguardista, ni mucho menos. El trabajo ha sido bueno, es evidente, pero a pesar de ello, todavía hay diversas cuestiones que tienen que ser analizadas y debatidas, no con el afán de crear controversia, choques, o rupturas dentro de este embrión organizativo, sino al contrario, discutir fraternalmente. Es necesario hacer una autocrítica sobre el trabajo realizado y las perspectivas que se tienen, con el fin de rectificar los errores que, sin lugar a dudas, se han hecho presentes.
La estructura de la Coordinadora, se ha encontrado obstaculizada por diversos factores organizativos que, a la larga, impedirán un desempeño ágil y dinámico, llevándonos poco a poco al desgaste. En ese sentido, desde El Comienzo hacemos un exhorto a los compañeros para que el compromiso de hacer trabajo y llevar a cabo actividades sea más evidente, y no se quede simplemente en palabras. También debemos agilizar cuestiones operativas como reuniones cotidianas y asambleas generales, procurando siempre mostrar prioridad por los avances que representen un beneficio para el movimiento en contra de la militarización, y hacer a un lado prioridades de organizaciones o individuos en particular. En este sentido, el respeto de los acuerdos comunes, y la realización de tareas y responsabilidades asumidas, nos parece la clave para mantener vivo dicho esfuerzo.
La COMECOM, tiene que pasar de ser un referente coyuntural para las diversas corrientes políticas y sociales que están en desacuerdo con las medidas políticas por parte del gobierno federal; debe de ser una organización que tome una postura concreta contra las medidas de militarización, y evidentemente, solo se logrará con un trabajo constante y con acciones congruentes. Como una iniciativa que ha aglutinado coincidencias a nivel metropolitano, debemos apostar al crecimiento para llegar a ser una Coordinadora Nacional Contra la Millitarización. Ya se han dado algunos avances al respecto, conectando con otros referentes políticos en Puebla, Oaxaca, Monterrey o Ciudad Juárez. Además de que hemos tenido muestras de solidaridad y simpatía las cuales han dado frutos mediante las réplicas de actividades políticas que se impulsaron en meses anteriores.
Del mismo modo, en la COMECOM no tememos pronunciarnos ante las políticas de guerra contra el pueblo, sin embargo consideramos necesario asumir la tarea de mantener una postura firme de no negociación con ningún sector que fomenta esta descomposición social. No debemos bajo ningún motivo, esperar a que los gobernantes o narcotraficantes recapaciten y den la retirada. EL regreso de los militares a sus cuarteles y la solución del problema de la violencia desatada no es una situación menor que se resuelva con un pacto de no agresión. Nuestro principal objetivo debe ser la concientización de las capas más sumidas en la desesperación, brindar una alternativa realista de organización e incentivar acciones de propagación de la lucha organizada que es la única que puede frenar el proceso de militarización y la ofensiva capitalista que sume a las masas cada vez más en la barbarie.
 

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