ELECCIONES: SÓLO UNA POLÍTICA DE CLASE NOS DARÁ LA VICTORIA

El presente articulo fue escrito en el mes de enero del presente año y fue repartido de manera masiva en la reunion de la CND del 25 del mismo mes. A mas de 5 meses de haber sido escrito creemos que sigue cobrando vigencia el analisis que en dichas fechas se elaboro y que la perspectiva trazada en aquel momento no cambiara mucho este proximo 5 de julio.



Este año va a traer consigo diferentes acontecimientos políticos en nuestro país y a nivel internacional; de manera particular, se desarrollarán elecciones federales (gobernadores, presidentes municipales, diputados federales y locales). Las próximas elecciones se vislumbran con un alto nivel de abstencionismo reflejo de la desilusión de miles de personas por los acontecimientos de estos últimos años y una fuerte desconfianza de los votantes hacia el IFE; aunque esta institución ha tratado y sigue tratando de limpiar su nombre, como hemos visto estos últimos días con su llamado blindaje para estas elecciones, no podrá revertir esta reacción pues el papel jugado en el fraude fue parte fundamental en la usurpación que realizó Felipe Calderón del poder ejecutivo.

Las elecciones de 2007 y 2008: El PRI retoma el control

Las elecciones de Oaxaca en 2007 marcaron lo que sería la tónica en 2009; en aquel momento el PRI logró avances importantes dentro un abstencionismo de más del 77%.
En 2008 hubo elecciones en Nayarit, Baja California Sur, Coahuila, Quintana Roo, Hidalgo y Guerrero para renovar alcaldías, municipios y diputaciones locales. La tendencia fue la misma: El PRI arrasó con una buena cantidad de distritos en cinco estados, con la excepción de BCS que desde que ganó el PRD la gubernatura, hace ya algunos años, se ha mantenido como aplastante mayoría, sin embargo el abstencionismo fue entre el 54% (sobre el total de la planilla electoral) en BCS a más del 65 % en Coahuila.

El abstencionismo tiene en el fondo una falta de credibilidad en las instituciones, pero eso no es lo único, en algunos casos el PRD es inexistente como Nayarit, Coahuila y en otros a resultado muy quemado como en Hidalgo y Guerrero, donde no representa ninguna alternativa.
Los triunfos del PRI están relacionados con estos aspectos; la abstención permite que el PRI; utilizando sus viejas tácticas de acarreo tanto de corporaciones masivas con las que todavía cuenta, la compra de votos, más el apoyo de todo el aparato estatal donde gobierna (18 estados) y la falta de otra alternativa han permitido que pueda posicionarse nuevamente en múltiples regiones de la República. El PRD está reflejando más de lo mismo para muchos trabajadores, como en el caso de Guerrero donde gobierna, pero con caciques que vienen de los tiempos de Don Porfirio. El PAN tiene pocos bastiones fuertes y ha resultado muy golpeado en tan sólo unos cuantos años de gobernar el Ejecutivo, por lo que no se verán muchos avances; por su parte el PRI tendrá oportunidad para lograr remontar sobre los otros partidos, de esta forma estará en posibilidades de negociar con el gobierno federal más lugares dentro del poder o donde se pueda seguir mamando el presupuesto, y por supuesto para que le cuiden el trasero cuando salgan más pestes de sus putrefactas cloacas, más gobers preciosos, Ulises Ruiz y etc. Al gobierno le servirá tener amarrado esta alianza para continuar imponiendo su política de ataques a los trabajadores y recrudecer la represión en el amparo de la legalidad.
El PRD, los Chuchos y la propuesta de AMLO

Es claro que la política timorata del partido del sol azteca ha jugado su papel viéndose como uno más; pero esta situación se ha agravado con la crisis a lo interno, donde el aparato ha sido totalmente copado por los “chuchos” y lo está llevado a tener un papel no de combatividad, ni de ganar elecciones, sino de negociar las migajas y administrar las derrotas en su provecho. El ala de “izquierda” representada por AMLO y Encinas está confundida en su reformismo, debemos estar pendientes del ambiente entre los sectores más combativos del movimiento dentro y fuera del partido y debemos explicar pacientemente que no es razón de abandonar la idea de un partido, sino explicar qué clase de partido es el que necesita el proletariado. De cara a las elecciones federales del 2009 estas premisas jugarán un papel importantísimo. El PRD es un caso especial puesto que se lanzará con campañas diseñadas para perder y con posibilidades de negociar (ya sabemos a cambio de qué) con los otros partidos, resultará funesto para el partido que tendrá un fuerte retroceso; con la excepción de los estados que son perredistas fuertes como el DF y Michoacán. El factor de Jesús Ortega en la presidencia agudizará estas prácticas y supondrá un elemento de contención para el ala de más izquierda dentro del partido; dicha ala encabezada por AMLO es poco probable que rompa con el partido antes de las elecciones del 2009 dado que estará esperando poder obtener ciertos “acuerdos” de partes interesadas, tampoco son lentos en ese sentido y Obrador sabe que la “Nueva Izquierda” por más palabrotas que les grite lo necesitan para mantener los votos duros y por supuesto la influencia entre los trabajadores de la que todavía goza; esta será la tónica de las elecciones para el PRD negociación adentro y afuera. En el caso de que la mayoría de los candidatos de los “chuchos” queden impuestos en las próximas elecciones, esta será una receta segura para una crisis aun mayor para el PRD en términos electorales y sociales. La gente no votará por candidatos que son identificados como agentes de FECAL dentro del PRD. Por otro lado, el voto dividido y la indefinición de AMLO con respecto a fijar una posición clara para apoyar algún partido en las próximas elecciones sólo crean más confusión dentro de la gente. Con la propuesta de AMLO da igual votar por el PRD, PT o Convergencia, a pesar de que estos salgan separados en las elecciones. Probablemente juntos podrían ganar con una amplia mayoría al PRI y al PAN, divididos serán derrotados todos. De cara a las elecciones de este año el PRIAN y los demás partidos (PVEM, PNA, PSD), incluida la derecha del PRD, se presentarán con campañas cuya finalidad es confundir la población en general, los candidatos de estos partidos se mostrarán como la mejor opción para el desarrollo del país y en favor de mejorar el bienestar de las clases más desprotegidas, sin embargo, llegando a los cúreles harán todo lo contrario, esto lo sabemos perfectamente.
¿Existe alguna alternativa?

Ante todo es importante aclarar que la lucha parlamentaria sólo es un medio y no un fin por sí mismo. Mientras el movimiento de los trabajadores y el pueblo no alcance el nivel suficiente de organización para sustituir el aparato de Estado existente es necesario luchar por arrebatar la mayor parte de los espacios dentro del marco de la democracia burguesa. Pero es importante aclarar que dichas instituciones no representan los intereses del pueblo, todo lo contrario sirven para legitimar la mayor parte de los ataques como ha quedado demostrado de manera más clara para millones de personas en los últimos tiempos, los trabajadores han visto cómo los tres poderes se han confabulado para arrebatar las conquistas históricas, como PEMEX, la seguridad social, y la educación pública; a la par nos han arrebatado las pocas libertades democráticas como el voto con el fraude electoral del 2006, el derecho a la protesta como en el caso de San Salvador Atenco y Oaxaca. Solamente una política clasista que defienda los intereses de los trabajadores y las masas puede ser algo atractivo para las millones de personas que se preparan para la abstención en la próxima elección. Es necesario que las candidaturas no se decidan en las cúpulas de los partidos sino desde asambleas desde las bases en donde participen los movimientos sociales, los campesinos en lucha, los trabajadores que están resistiendo los embates del Estado, los jóvenes que están desencantados de la política tradicional, etc…
En las próximas elecciones no se trata de un simple voto, es necesario organizarnos por la unidad de las diversas luchas. Más que por un candidato votemos por un programa político que contemple medidas claras contra la crisis capitalista y por la transformación de la sociedad.