San Quintín: La lucha de los jornaleros contra la esclavitud contemporánea.


El Valle de San Quintín se localiza a 186 km al sur del municipio de Ensenada, Baja California. En esta región hay grandes extensiones de tierra (47 mil hectáreas) donde se cultiva fresa, calabazas y tomate, bajo condiciones infrahumanas. Aquí llegan migrantes campesinos, provenientes de Oaxaca, Chiapas y Guerrero en su mayoría, expulsados de sus tierras por la política económica que ha destruido una gran parte de la agricultura tradicional, obligando abandonar su territorio para vender su fuerza de trabajo por un sueldo miserable. Más de 40 mil personas que fueron migrantes ahora son residentes de San Quintín, viven en una especie de colonia popular, aproximadamente 135 km, donde difícilmente hay servicios de electricidad y drenaje. En esta zona fronteriza se concentra la pobreza extrema, el mayor rezago social: los restos del proceso de explotación capitalista que extrae hasta la última gota de sudor y arrebata la vida de los trabajadores.



 Jornadas diarias que exceden las 12 horas; explotación infantil; violencia sexual de los mayordomos (vigilantes) hacia las trabajadoras; las mujeres embarazadas no tienen derecho a ningún descanso; no hay contrato formal; no existen las prestaciones; no generan antigüedad; no hay derecho de organización; no hay equipo de protección para los químicos fertilizantes; no hay seguro social; el salario lo tienen que gastar en la Tienda de Raya. Estas son las condiciones en las que trabajan más de 80 mil personas en los cultivos (los patronales aseguran que están “contratados” a 23 mil trabajadores supuestamente registrados en el Seguro Social).

El gobernador de extracción panista Francisco Vega de Lamadrid, está vinculado directamente, sosteniendo la impunidad con la que se explota a los jornaleros, existe complicidad de las autoridades estatales y nacionales con los abusos patronales y daños ambientales que generan las agroindustrias. Las gotas de sudor que resbalan por los rostros de l@s trabajador@s del Valle de San Quintin, están regando los suelos donde se acumula la riqueza de 24 parasitarios patrones, dueños de las empresas: Agroindustriales del Valle de San Quintín, Hermanos Rodríguez, Santa María de los Pinos, Compañías Valladolid y Aragonés, Compañías Sabino Becerra y Felipe Ruiz, Los Aragón, Librado Heredia, Empaques los Martínez, El Capricho, El Rey de los Chícharos, Viva Orgánica y Compañía Mendoza Delgado. Toda la producción de estas empresas va hacia E.U., nada se queda, aquí sólo proveemos la mano de obra barata… Así como sucede en las maquilas de Ciudad Juárez, otra ciudad sufriendo las vejaciones de estar en la frontera.

La rebelión de los jornaleros.

Bajo la Alianza de Organizaciones Nacional, Estatal y Municipal por la Justicia Social (Aonemjus) los jornaleros tuvieron 2 mesas de negociación sin resultados, pues nunca se presentaron autoridades patronales ni gubernamentales. Hartos de la indiferencia, convocaron a un paro de labores el martes 17 de Marzo. Más de 35 mil jornaler@s de San Quintin pusieron en jaque al gobierno local manifestándose paralizando por 26 largas horas el tráfico sobre la carretera Transpeninsular, la única que comunica a toda la península de Tijuana, a La Paz. 

Las exigencias son cuestiones básicas para todo trabajador: Respeto a los derechos humanos; revocación del contrato colectivo firmado por la CTM y la CROC; afiliación al Seguro Social; respeto a los derechos laborales; goce de vacaciones y séptimo día de descanso; aumento salarial de 110 a 300 pesos al día;  respeto a los derechos de las madres trabajadoras y fin del acoso sexual hacia las obreras. ¿La respuesta del gobierno? Imponer orden a balazos. Soldados de la 57 zona Militar, policías federales y estatales, desalojaron de la carretera a los jornaleros con ayuda de balas de goma y gases lacrimógenos; detuvieron a 236 trabajadores.


 

Después de dos días de intensas protestas la patronal y el gobierno se vieron obligados a instalar las mesas de negociación pero dieron una patética resolución al conflicto: aumento salarial del 15 por ciento, es decir entre 115 y 130 pesos. Los jornaleros desmintieron que hayan aceptado el acuerdo y el paro continua.

Es interesante observar que las exigencias de los jornaleros de San Quintin, son las mismas demandas conseguidas durante la revolución mexicana: evidencia clara de que la Constitución ha muerto y que no tiene validez para la clase política en el poder. Décadas han pasado denunciando las atrocidades con las que tienen que vivir miles de trabajador@s, ningún presidente, gobernante, partido político, nadie en el poder se ha tomado la molestia de apoyar a los olvidados jornaleros esclavizados. Y no podemos esperar nada de aquellos que ven en la sobreexplotación humana la manera más sencilla de hacerse más ricos. Que disfruten ahora que pueden porque les quedan pocos días antes de ser expropiados por los trabajadores. Pero si no les queda claro, reiteramos:

¡SI NOSOTROS PRODUCIMOS, NOSOTROS DECIDIMOS!


Este medio se solidariza con los jornaler@s del Valle de San Quintin en su lucha por dignificar las condiciones de trabajo.

"Si el dinero... viene al mundo con manchas de sangre en una mejilla, el capital lo hace chorreando sangre y lodo, por todos los poros, desde la cabeza hasta los pies..."
Marx.

No hay comentarios: