Ivan Rojo.
Con la recesión mundial de 1974 terminó un periodo extraordinario de bonanza capitalista que tuvo su origen en la segunda guerra mundial y su desenlace. La burguesía internacional, al ver disminuidas sus extraordinarias ganancias, emprende acciones para mantener sus altos niveles de ingreso. Pero esta vez, las ganancias no vendrán de negocios ventajosos, sino de la cancelación derechos de los trabajadores: por una parte disminuyendo sus salarios, prestaciones, pensiones, antigüedad, etc. y por otra cancelando el gasto gubernamental a instituciones sociales, cancelando subsidios, servicios de salud, educación, etc. Precisamente estas son las llamadas reformas estructurales y esta es su causa. A este fenómeno mundial se le conoce comúnmente como neoliberalismo. Pero la exitosa ofensiva de la burguesía internacional y el detrimento del nivel de vida del proletariado en todo el mundo por más de 30 años, lejos de sanear el sistema capitalista, ha contribuido a la condición de una severa crisis de sobreproducción y financiera de 2008 a la fecha, y ha sentado las bases para una nueva movilización del proletariado en todo el mundo.
La aplicación de estas políticas (neoliberales) se ha hecho a escala mundial tanto en países pobres como ricos. Hoy se ven ejemplos de cancelación de derechos en salud, educación, trabajo, etc. en países que gozan un alto nivel de vida y regímenes políticos aparentemente más democráticos como Gran Bretaña, Suecia o Noruega. En este sentido, en México no debemos sentirnos especiales pues la desgracia es compartida.
¿Pero qué derechos, qué privilegios tenemos aquí? En México los trabajadores ganaron derechos (servicios de salud, educación, vivienda, legislación laboral, etc) por medio de luchas en el s. XX, principalmente en el periodo heroico de la Revolución de 1910. Estas ganancias fueron consolidadas (financiadas) con el control nacional del petróleo obtenido en 1938. No podríamos entender todos los hospitales del IMSS o las instalaciones de la UNAM o el Politécnico construidos a mediados del siglo XX sin la riqueza petrolera, pero estos derechos se han ido diluyendo de forma gradual desde 1982 a la fecha.
Hoy se empiezan a concretar por completo las exigencias de la burguesía internacional con las reformas estructurales de turno. Y este paso incluye a uno de los recursos naturales más valiosos: el petróleo. Este recurso es de particular importancia, si se toma en cuenta que el papel de México en la economía mundial es el de exportador de materias primas, por lo cual entendemos que una buena parte de la riqueza generada en México proviene del petróleo.
¿Por qué alguien en su sano juicio se desharía de su principal fuente de sustento?
Recordemos que “el gobierno del Estado moderno no es más que una Junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa”. Y el gobierno mexicano no es la excepción, sus funcionarios, son educados en universidades extranjeras y seleccionados para llevar a cabo las políticas dictadas por la burguesía internacional. ¿Pero cómo? ¿En qué momento esto ocurre? Existen muchos medios de influencia o de control, pero baste mencionar una de las formas más abiertas y a la vista de todos, de influenciar en las decisiones gubernamentales, ésta es a través de instituciones internacionales como la OCDE, el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, entre otras.
Estas instituciones “sugieren” ciertas políticas a los gobiernos y llega a presionarlos duramente a cambio de préstamos. Como ejemplo podemos mencionar las condiciones explicitas que recibe hoy la deprimida Grecia por parte del FMI, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea. Como mencionamos no es la situación de un país esto ocurre en todo el mundo.
“Los Directores (FMI) enfatizan la importancia de más severas reformas estructurales para mejorar la productividad y competitividad… Las prioridades incluyen profundización de reformas al mercado laboral, pensiones y servicios públicos, una mayor diferenciación entre sectores y la reducción de protecciones y subsidios a la agricultura.”
FMI, Conclusiones del buró ejecutivo 2014, Artículo IV Consulta con Noruega.
En México se tiene un gobierno completamente subordinado a estas instituciones internacionales y en última instancia a la burguesía internacional y nacional. El gobierno mexicano ha promovido estas reformas y las ha aplicado de forma gradual desde 1982. ¿Pero por qué no se tocó el petróleo hasta ahora? La razón es que aún persiste en la conciencia de la mayoría del pueblo que la nacionalización del petróleo fue un evento positivo que favoreció al pueblo mexicano, esto nos explica porque la publicidad de la Reforma Energética (RE) nunca se intenta contradecir abiertamente a Lázaro Cárdenas y a la expropiación.
Entonces, ¿por qué a pesar de esto se promueve ahora una reforma que diluye las ganancias de 1938?
De 2008 a la fecha, la burguesía internacional está en una posición muy complicada. Por una parte se encuentra en medio de una de las crisis de sobre producción y financieras más severas desde 1929, y por otra en el hemisferio occidental existe un ambiente adverso del mercado internacional del petróleo -donde uno de los principales productores de petróleo (Venezuela) ha aplicado políticas nacionalistas llevadas adelante por el gobierno bolivariano desde 1999-. En este contexto adverso, la burguesía internacional no ha tenido más remedio que presionar aún más para que se consoliden las reformas, en particular que se les permita el acceso al negocio del petróleo mexicano.
Mientras en México se conjuntaron ciertas condiciones internas para estas reformas. A) El clima de violencia en gran parte del país ha funcionado de facto como medida represiva, desarticulando la posible resistencia en buena parte del país. B) la desmoralización generalizada después de la segunda derrota del PRD en las elecciones presidenciales, C) la completa capitulación y posterior escisión del PRD, dejando de ser la única oposición dentro del sistema político y abriendo el camino para la aprobación de las reformas estructurales en las cámaras legislativas.
En esta última ofensiva el gobierno federal ha usado del 2012 a la fecha todo medio en prensa, televisión y radio para persuadir al pueblo para que acepte las reformas. Se ha intentado persuadir a base de publicidad y no de convencer por ideas, argumentos y hechos; es decir, ha intentado convencer mediante la repetición (estrategia hipnótica) y no mediante el convencimiento cabal. La publicidad gubernamental se puede resumir en que con la Reforma Energética (RE) pasará lo siguiente:
1. Bajarán los costos de los recibos luz y gas, y con eso bajara el precio de los alimentos.
2. Aumentará el empleo, 3 millones de empleos en 10 años.
3. La RE reforzará Pemex y CFE, dando más independencia a las empresas. (¡¿?!)
4. Reforzar la rectoría del Edo. (¡¿?!)
Por supuesto que estamos de acuerdo con que baje el precio de la luz, gas y los alimentos; y que haya más trabajo. Pero el gobierno no nos dice cómo se va a lograr esto y no expone argumentos porque no existen, porque lo que sucederá será lo contrario. Hoy que la RE y sus leyes secundarias han sido aprobadas podemos ver con claridad de qué cosa es en realidad. Expongo las características más destacados:
1. Se permitirá que la iniciativa privada (la burguesía internacional y nacional) pueda explotar, transportar, almacenar y comercializar el petróleo mexicano. Esto incluye la explotación altamente contaminante de gas de esquisto (shale) conocida como fracking. El gobierno mexicano recibirá un pequeño porcentaje (no indicado) de las ganancias producidas. Seguramente muy diferente al 80% sobre los beneficios que cobra el Ecuador a las empresas extractoras, por ejemplo.
2. Se permitirá que la iniciativa privada (la burguesía internacional y nacional) pueda producir, distribuir, almacenar y comercializar energía eléctrica. El gobierno solo recibirá un pequeño impuesto.
3. El dinero recaudado por Pemex y los impuestos a las empresas privadas petroleras se irá a un Fondo Petrolero (FP) el cual entregará anualmente el 4.7% del PIB nacional al gobierno. El FP será administrado por un comité técnico que incluye al secretario de hacienda, el secretario de energía, el gobernador del banco de México y cuatro personalidades independientes propuestas por el presidente y avaladas por el senado.
4. Los precios de las gasolinas y la electricidad se liberará de todo control gubernamental y los determinará el mercado.
Veamos uno por uno los supuestos beneficios:
1° La baja de los precios de luz, gas, gasolina y alimentos, solo es una incierta expectativa que se basa en la idea de que con la competencia los precios tienden a bajar. Pero en un contexto de grandes empresas internacionales, esa idea no es más que una fantasía. Las empresas se pondrán de acuerdo entre sí (nulificando la competencia) y fijarán los precios como mejor les convenga, pues tienen consumidores asegurados, así como sucede con las tarifas del teléfono y celulares, y por supuesto la baja de precio de los alimentos sería resultado de la baja de los combustibles y dependería del Mercado, por lo cual es más improbable. Dentro del sistema capitalista no hay salida, los precios naturalmente están ligados a la búsqueda de ganancias, no a mejorar la calidad de vida de las personas.
2° Otra fantasía recurrente en otros contextos es con la inversión privada se crean empleos. ¿Qué clase de empleos genera la inversión privada extranjera? Las compañías internacionales traerán a su personal técnico calificado y usarán para los trabajos más duros a los trabajadores locales. La hotelería es un claro ejemplo. Por otra parte podemos declarar que siempre son bienvenidos más puestos de trabajo sean de la calidad que sean, tenemos un alto índice de desempleo. Pero esas el beneficio de los nuevos empleos siempre serán infinitamente menores comparados con la fortuna que extraerán estas compañías. ¿Por qué ceder toda esa riqueza a cambio de unos cuantos puestos de trabajo? La riqueza petrolera y minera del país debe estar al servicio de bienestar del pueblo, la experiencia de la expropiación de 1938 demostró que los beneficios petroleros son infinitamente mayores a cualquier puesto de trabajo. Otro ejemplo claro en México es la minería, donde se súper explota a los trabajadores (nuevos puestos de trabajo) mientras la riqueza extraída (una verdadera fortuna) va a parar directo a los bancos extranjeros.
3° La RE reforzará Pemex y CFE. Esto simplemente una mentira. Pemex y la CFE han tenido una administración burocrática reflejo del gobierno mexicano, es decir, sufren de una mala administración, despilfarro y nepotismo. Una nueva legislación no saneará estas compañías si no se cambia su administración, lo que hará florecer a Pemex y a CFE es una administración de trabajadores, que expulse a la burocracia parasitaria y las administre eficientemente al servicio de los intereses del pueblo.
4° Reforzar la rectoría del Edo. Aquí nos enfrentamos a un ejemplo claro de simulación. El crear un comité de incondicionales a la burguesía, ávido de sobornos, que vigile el buen cumplimiento de la ley (donde además la ventaja la tiene la iniciativa privada); nunca defenderá los intereses del estado mexicano, lejos de fortalecer al estado lo debilitará.
Como podemos ver la RE no es otra cosa que una contra reforma, en los años ’90 se les llamaba privatizaciones y hoy reformas estructurales. Sí los beneficios (riqueza) que se obtienen de extraer el petróleo, gas y de producir electricidad en México termina en las bóvedas de un banco extranjero, eso es privatización. Si bien es cierto que no toda la extracción de petróleo se privatizará de inmediato, Pemex y CFE coexistirán con competidoras extranjeras, pero estarán en un peligro mortal. Por un lado, cargada de traidores, su administración burocrática (la de la clase política mexicana) la que reitero, está ávida de sobornos, jugará siempre a favor de la iniciativa priva (burguesía); y por otro frente competirá con los tiburones internacionales que cuentan con todo el capital a su disposición para ganar a sus competidores legal e ilegalmente.
Hoy la burguesía internacional y el sistema capitalista en su conjunto están en medio de una gran crisis, la cual ha llevado a aplicar una política de presionar y exprimir aún más a los trabajadores y los recursos naturales de todo el mundo en Libia, Iraq, Grecia, Noruega o México. Estas políticas (RE) en resumen son: quitar el dinero a los pobres y dárselo a los ricos. Quitar al gobierno mexicano las ganancias de los negocios de la producción, distribución y comercialización del petróleo, gas y electricidad (lo que impacta directamente al gasto social, educación pública, sistemas de salud, etc.); y dárselo a la iniciativa privada, es decir, a la burguesía internacional (Exxon, Chevron, Shell, etc.). La aprobación de la RE demuestra una vez más que la burguesía nacional y sus representantes en el gobierno tienen una gran dependencia del capital extranjero, por lo cual están completamente incapacitados de tener cualquier postura independiente o nacionalista, están incapacitados para luchar por los intereses de México y de su pueblo. Sólo los trabajadores pueden defender sus recursos, administrarlos y usarlos en beneficio de todo el pueblo. Pero para que esto suceda el pueblo debe reconocer su fuerza extraordinaria, tomar el poder político y económico y ejercer su capacidad para llevar a delante el progreso de la clase trabajadora en México y en el mundo.
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