CHERÁN Y LA LUCHA CONTRA EL NARCOTRÁFICO.

Franco Navarro


Palabras introductorias.
Las alternativas al sistema económico político capitalista parecen nulas, no porque no las haya, sino porque las que hay son objeto de grandes críticas, tachándose de utópicas e inaplicables a la realidad concreta. Los eruditos, intelectuales, profesores y cualquier otra anomalía burguesa, atacan sin bases sólidas a todo intento de emancipación del yugo burgués.  Atacando por ejemplo con palabras similares a estas “el socialismo piensa destruir el Estado, piedra base de nuestra sociedad (burguesa), que da justicia, seguridad e igualdad a los ciudadanos” o “cómo pueden pensar los socialistas abolir la propiedad privada, base de la economía mundial, etc.” Si estos son los argumentos de nuestros adversarios, podemos contestarles así: Primero, cabría preguntarse si el Estado burgués da justicia, seguridad e igualdad a los ciudadanos. Las cifras señalan que un 47% de la población total mexicana vive en pobreza, esto es más de 52 millones de mexicanos (El Universal, 9/06/2011), tomando en cuenta que, según el INEGI, somos más de 112 millones de habitantes. Además, el índice de criminalidad y los asesinatos dentro del marco de la guerra contra el narco han aumentado a pesar de haberse incrementado enormemente el presupuesto a la seguridad nacional. También, la igualdad ante la ley es sólo uno de esos mitos liberales existentes desde que se formó el estado independiente mexicano. Si éste es el Estado que tanto defienden los burgueses, claro que sí, sí queremos destruir su Estado. A lo segundo podemos contestar con las palabras de Marx y Engel escritas en el Manifiesto del Partido Comunista: “el rasgo distintivo del comunismo no es la supresión de la propiedad en general, sino la abolición de la propiedad burguesa”, es decir, los socialistas no pensamos abolir la propiedad privada de vivienda, si es a lo que se teme, sino la propiedad privada de los medios de producción. Esta propiedad privada de los medios de producción que permite tal concentración de riqueza en poquísimas manos (un país donde la mitad de sus habitantes es pobre y un puñadito de familias destacan entre las más ricas del mundo) es la que queremos abolir. E instaurar la propiedad común de los medios de producción. 

       La reacción burguesa se empeña en creer que la rueda de la historia puede detenerse en éste periodo histórico en el cual domina. Por eso, los teóricos burgueses atacan al socialismo tan ferozmente, desprestigiándolo. Pero lo único que hacen es retrasar un acontecimiento que sin duda llegará: la revolución socialista.
¿Cómo piensan llegar a eso? -quizá se nos pregunte-.  No hay más respuesta que mediante la lucha revolucionaria organizada de las masas explotadas por la conquista del poder político y económico.

La lucha de Cherán, ejemplo a seguir en la lucha contra la delincuencia.

La política pública de seguridad ha demostrado su fracaso.  En primer lugar, porque esta política de militarización para asegurar la paz nacional no se implementó teniendo como eje principal el combate al crimen organizado, sino un proyecto de defensa hemisférica que responde a los intereses geopolíticos y  geoeconómicos de E.U. y por otro lado, la defensa de los intereses neoliberales que prevalecen en el país (La otra cara de la militarización en México (más allá de la lucha contra el narcotráfico), es decir, el combate a los movimientos sociales inconformes con la austeridad de vida que tiene el pueblo trabajador. Sabiendo las intenciones verdaderas de la militarización, podemos concluir que esa medida es incapaz de responder a las demandas de seguridad del pueblo. ¿Qué hacer en este caso? Veamos un gran ejemplo de lucha contra la delincuencia organizada. 

Cherán, un  pueblo purépecha ubicado en Michoacán, se ha desechó del criminen organizado que operaba dentro de su comunidad, sin la necesidad de policías y militares. Un buen día 15 de abril de presente año, cansados de la impunidad en la que operaban los talamontes desde hace 3 años, de los levantotes, golpizas y asesinatos sufridos si se atrevían a protestar contra las acciones de los talamontes, el pueblo unido decidió tomar en sus manos la seguridad interna de la comunidad. Instalando barricadas en los accesos al pueblo y dentro de él las “fogatas” de seguridad nocturna. Su defensa es cualquier cosa que pueda servir de arma en caso de requerirlo.
Han quitado facultades a los policías y al gobernador municipal, la población implantó en su lugar una asamblea permanente compuesta por los cuatro barrios que forman al pueblo de Cherán. Esta asamblea es el principal órgano en la toma de decisiones del pueblo en la que todos pueden participar.
Las rondas comunitarias de seguridad es ese órgano del gobierno comunal que ronda por el pueblo para salvaguardar la seguridad de la población. Estas rondas comunitarias están compuestas por algunas personas elegidas en las asambleas del pueblo, aunque prácticamente todo el pueblo es parte de la seguridad del mismo. Desde que las decisiones del pueblo están en manos de sus pobladores, la inseguridad se erradicó y ahora se puede caminar libremente por las calles, incluso a altas horas de la noche, sin que se sea victima de algún delito.
El pueblo de Cherán demostró la incapacidad de la militarización para resolver los problemas de seguridad. Lo hizo mediante la organización popular y la autodefensa. Los barrios urbanos y rurales bien pueden tomar rasgos generales de esta lucha. La autodefensa armada de todo el pueblo ha probado ser la única alternativa para los embates del crimen organizado y de los elementos podridos y corruptos que existen dentro de las instituciones policíacas y militares, principalmente entre los mandos.
La construcción de asambleas barriales, sustitución de facultades de los cuerpos policíacos por las asambleas comunitarias, rondas comunitarias armadas de seguridad, y políticas encaminadas a un reajuste social, bien puede ser una salida popular al problema se seguridad nacional.

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