Alto al hostigamiento hacia los compañeros normalistas de Michoacán.

A partir de los hechos represivos de octubre del 2012 cuando la Organización de Normales Oficiales del Estado de Michoacán (ONOEM), emprendió movilizaciones contra la reforma educativa y curricular que iba en contra de la formación docente, los principios educativos y organizativos del normalismo, el estado y autoridades gubernamentales han desatado una política represiva encaminada a culminar la lucha estudiantil en Michoacán. A pesar de que no existen términos legales, las detenciones arbitrarias y la intimidación psicológica, con una campaña mediática encabezada por los monopolios informativos no han dejado de cesar. La criminalización de la protesta social hacia los normalistas está en primer plano, mientras el narcotráfico y ataques paramilitares  imperan en territorio purépecha.


Octubre del 2012.

A mediados de Agosto del 2012 las 8 escuelas normales de Michoacán se declararon contra la reforma educativa y la malla curricular, pues no están dirigidas para abatir el rezago educativo ni mejorar la formación académica, o por lo menos apegadas a cubrir las necesidades de los estudiantes, sino al contrario: están planeadas para imponer planes y programas de estudio de acuerdo a los intereses de la clase dominante y el mercado laboral. Los mismos estudiantes plantean el vacio pedagógico y teórico que existe al anteponer materias como inglés e informática por encima de la enseñanza de lenguas nativas (Purépecha, Mazahua, Náhuatl, Otomí); además con estos nuevos programas, el ingreso a las escuelas formadoras de profesores es más restringido, ahora la matrícula estará reducida, y sólo los estudiantes que aprueben los exámenes de oposición tendrán posibilidad de ser inscritos.

Atrincherados durante más de un mes dentro de la ENIM, CRENAM y la normal rural de Tiripetio con varias unidades de transporte retenidas, los normalistas exigían la derogación de estas nuevas leyes educativas. La represión estuvo por encima del diálogo: el 15 de Octubre a partir de la media noche fuerzas policiacas entraron con violencia al CRENAM para “rescatar las unidades secuestradas”; a las 2:00 am la Normal Indígena con 80 estudiantes resguardando las instalaciones, estaba rodeada por más de 1500 elementos de la Policía Federal, Grupo de Operaciones Especiales y el ejército que entraron reprimiendo a todos los normalistas, ayudados incluso por dos helicópteros de la policía sobrevolando el perímetro;  a las 4:00 am en la normal de Tiripetio hubo enfrentamientos dejando como saldo más de 150 detenidos. Los gases lacrimógenos, toletes, golpes, agresiones sexuales, amenazas, escudos y disparos estuvieron a la orden del día. A la mayoría de los normalistas detenidos los llevaron al Cereso Mil Cumbres en Morelia, aunque un grupo de compañeras educadoras fueron golpeadas y abandonadas a la deriva en un centro comercial en Uruapan. Inmediatamente, las comunidades indígenas de Comachuen, Arantepacua, Cuitzeo, Caltzonzin y Turicuaro, junto con los padres de familia y el sector estudiantil, accionaron bloqueando las principales carreteras paralizando gran parte del estado durante 4 días, y precisamente por la movilización popular se logró liberar a todos los detenidos. Para màs informaciòn pueden consultar: ¿Qué exigen los normalistas de Michoacán para que reciban esta brutal represión?

Mayo 2013.

Frente a las amenazas de las autoridades educativas de no avalar el semestre anterior (periodo en el que fue la represión), y no respetar los acuerdos respetados sobre la derogación de la malla curricular, los normalistas volvieron a movilizarse pero en esta ocasión contaban desde el principio con el apoyo de las comunidades indígenas. Así, durante más de 20 días la ONOEM estuvo atrincherada en Turicuaro. La demanda principal se centraba contra la reforma educativa, exigiendo también las plazas automáticas y claves para los egresados y el cese a la represión y hostigamiento. Se llegó a una audiencia federal donde lograron obtener minutas de respaldo, favorables para sus demandas.

Marzo 2014.

“La normatividad” es una nueva iniciativa (que viene de la mano con la reforma educativa): se impone un promedio mínimo de 8.0 y una considerable reducción para la matricula de nuevo ingreso, intentando acabar con el normalismo imponiendo situaciones académicas desfavorables y por ende, con los profesores y la educación pública. Los estudiantes nuevamente salieron a las calles posicionándose y manifestándose lograron una prorroga de esta tentativa gubernamental: la convocatoria de nuevo ingreso se publicó respetando los acuerdos.

Sin embargo, la visita del comisionado de estado Alfredo Castillo  que enfatizó en la situación latente del crimen organizado en Michoacán, puso a la par la criminalización del movimiento normalista, reabriendo el proceso de ordenes de aprehensión desde Octubre del 2012: 49 compañeros siguen siendo procesados.

El 10 de Mayo llegaron elementos de la policía de Coeneo y de la procuraduría de Justicia al domicilio (en la comunidad de Zipiajo) de Eduardo Reyes Negron, estudiante de la Normal Indígena de Michoacán, y con el pretexto de otorgarle una beca de $30,000 lo detuvieron de manera arbitraria llevándolo al Cereso de Mil Cubres. Evidentemente no hay fundamentos legales a pesar de que se le imputa el delito de “motín y robo”, es una detención política, y de manera absurda las autoridades piden una fianza exorbitante de $30,000,000. La ONOEM inmediatamente, emprendió una nueva jornada de lucha y protesta para la liberación del compañero Eduardo, en una audiencia con el subsecretario de gobernación Luis Miranda se logró que el compañero saliera del Cereso el 29 de Mayo. Sin embargo no termina ahí, la movilización sigue vigente pues todavía quedan más de 100 órdenes de aprehensión contra los normalistas, además los mismos estudiantes demandan la exoneración total de cargos imputados a partir de Octubre del 2012 y el alto a la represión que vienen sufriendo desde hace años.


Es evidente que el gobierno continúa en su campaña de atacar los sectores organizados y que se movilizan de manera constante haciendo vale su derecho a la protesta social, poniendo en juego los intereses del estado y la clase en el poder. Para las autoridades es más importante reprimir y encarcelar estudiantes que terminar con el crimen organizado. Nos solidarizamos con los compañeros normalistas en su exigencia del cese al hostigamiento político y psicológico a los estudiantes y su organización. 

No hay comentarios: