"puedo caminar por la calle con la frente en alto, sostener la mirada, decir con mucho orgullo lo que hemos hecho. Eso es muy importante, porque ¿cuánta gente hoy en día puede dormir con la satisfacción del deber cumplido, de la congruencia, de la lealtad? ¿Cuánta gente puede decir abiertamente: me he mantenido en mis principios y en mis ideales? Yo duermo como un bebito, como niño..." Eduardo Bours, gobernador de Sonora.
El pasado 5 de Junio del año en curso, el rostro del capitalismo salvaje que vivimos volvió a mostrarse. Un cortocircuito en una bodega de la Secretaria de Hacienda Local, provocó el incendio que destruyó una Guardería subrogada por el gobierno federal, provocando la muerte de 49 niñ@s y más de 70 sufrieron lesiones de diversa gravedad. Con este lamentable suceso quedó al descubierto el compadrazgo, la impunidad, el afán de lucro de quienes bajo el amparo y protección de los poderes fácticos tenía en funcionamiento y sin las mínimas medidas de seguridad la guardería “ABC”, quienes por lo demás, huyeron sin asumir su probable responsabilidad en la tragedia.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) propuso mediante el magistrado Sergio Aguirre, un proyecto de atracción e investigación del caso por este órgano jurisdiccional, mismo que fue rechazado por el pleno. De tal suerte que una vez más este tribunal optó por la impunidad de los responsables. Con la interposición de amparos, con averiguaciones previas mal fundadas y arregladas ante el ministerio público, los autores intelectuales y desde luego, los directivos de dicho centro de desarrollo infantil siguen libres y, hasta donde se sabe, aparecen en los directorios de al menos dos guarderías más, que funcionan en la misma ciudad de Hermosillo, Sonora. Debemos decir, que acudir en busca de justicia ante la Corte, sólo representó un engaño para las familias de los pequeños.
Sólo después de demandar castigo y justicia a través de la movilización, familiares (trabajadores) obtuvieron la promesa y el compromiso del Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Daniel Karam, de garantizar atención médica así como apoyo económico a los padres de familia en transporte, hospedaje y alimentación. Lamentablemente fue el único consuelo que tuvieron los derechohabientes. Pues, 45 días después de dicha tragedia, la guardería “ABC” volvió a abrir sus puertas con la única diferencia de haber instalado detectores de humo. El acuerdo no se cumple. Los padres enlutados se quejan de no recibir la atención médica ni la cobertura de los gastos prometidos.
Esta catástrofe fue la consecuencia de una serie de reformas de las que hemos sido testigos pasivos, una de ellas: la Subrogación del servicio de guardería. Por ley corresponde al IMSS proporcionar a los hijos de sus derechohabientes este servicio. Se ha dejado en manos de particulares el cuidado, atención, y formación inicial de nuestros hijos. Pero lo más indignante del hecho es que un patio, una bodega o una casa cualquiera son adaptadas para el funcionamiento de un centro de desarrollo infantil, sin cumplir con un mínimo de requisitos de seguridad. Y por lo que el instituto eroga recursos públicos que sirven sólo para enriquecer a los amigos, compadres, seres sin escrúpulos que ponderan sólo el beneficio económico. Bajo todas estas circunstancias el gobierno dice “apoyar a la clase trabajadora”, específicamente a las madres trabajadoras, quienes se ven obligadas a dejar a sus hijos en estas “guarderías” para salir a buscar el sustento de los suyos.
Justicia completa e imparcial, reparación del daño moral, atención médica especializada, cancelación inmediata de los contratos de subrogación de todas las guarderías del IMSS, creación de un sistema de seguridad social universal gratuito y de calidad. Únete a la lucha… lo que nos pega a uno nos pega a TOD@S, no dejes que nos quiten lo que es nuestro y lucha por recuperar lo perdido. ¡¡¡Que nunca es tarde!!!
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