A 40 años de la masacre del 2 de Oct. la cuenta esta pendiente

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Tlatelolco y aquel año de 1968 viven grabados en la memoria colectiva de

los trabajadores y de la juventud a nivel mundial. Aquella gesta heroica que
se vivió a nivel internacional, no ha logrado ser borrada por los poderosos.
Aquella lucha no estuvo limitada solamente por reivindicaciones democráticas
como ahora se intenta difundir y hacer creer. La lucha de la juventud en
nuestro país levantaba en lo más alto el carácter internacionalista y solidaria
con los procesos de lucha y revolución que se venían desarrollando de todo
el mundo; encontrábamos desde el apoyo a la revolución cubana, a la oposición
a la guerra contra Vietnam y la solidaridad con la revolución en Francia,
otro de los puntos importantes en los que se notaba el carácter solidario de la
juventud era en la demanda de libertad de los presos políticos existentes en
ese momento. Pero de fondo, cada uno de aquellos estudiantes que se mantenían
resguardando las escuelas, en las asambleas del CNH, en los brigadeos,
en las marchas, anhelaban un cambio y una profunda transformación
de las cosas en el país, con la valentía que caracteriza a los trabajadores y los jóvenes se opusieron de manera heroica a los militares y los policías que pisoteaban los derechos más elementales. Ese recuerdo de aquella juventud rebelde, revolucionaria, contestataria, solidaria, internacionalista,clasista y demás es la que hoy en día se intenta borrar, y es a la que nosotros seguimos apelando y recordando
para decirle a las actuales generaciones que es necesario seguir el ejemplo del 68
y mejorarlo para cambiar de manera radical nuestra situación y evitar que vayamos
directo al abismo que nos tiene preparado el capitalismo.

Aquel 2 de octubre fue la culminación
de una serie de medidas
represivas que se venían aplicando en los años anteriores,principalmente contra los ferrocarrileros,los maestros, los médicos,los campesinos, las organizaciones y dirigentes sociales.

Similar a lo que ocurre en
nuestras fechas se daba una persecución política contra dirigentes sociales, sindicales y campesinos, y se asesinaba de manera vil a muchos de ellos. En la realidad actual las condiciones sociales no han cambiado mucho, el país vive una profunda crisis en todos los niveles que amenaza con arrojar el descontento a las calles en cualquier momento. La respuesta del gobierno frente a las demandas sociales cada vez se torna más autoritaria y represiva en los diferentes niveles y en los diferentes estados. La falta de justicia no se limita al hecho de la impunidad que prevalece en los temas de la masacre de Tlatelolco, del 10 de junio del 71 y la guerra sucia de los 70`s. En el pasado reciente ha existido impunidad en el caso del “gober precioso” Mario Marín de Puebla, lo mismo ocurre con el caso de Enrique Peña Nieto del Estado de México, y con el asesino Oaxaqueño Ulises Ruiz Ortiz. Un
aberrante ejemplo de la injusticia existente en el país es la absurda
condena de 112 años al compañero Ignacio del Valle del Frente de
Pueblos en Defensa de la Tierra.
Pero a diferencia de aquel 1968, la realidad actual parece ser más
sombría en lo que esta por venir. En 1968 el capitalismo se encontraba
en un periodo de crecimiento, el gobierno se jactaba del supuesto “milagro
mexicano”, en nuestros días la economía mundial se encuentra en
una severa crisis de la cual ya hemos visto una parte de las consecuencias
en la caída de la bolsa de valores en nuestro país, el aumento de la
inflación, y los intentos de contrarreformas en materia jurídica, salarial,
energética, laboral, educativa y social. Para el gobierno y la burguesía es
más que urgente la aprobación de la iniciativa privatizadora de FECAL
a Pemex para tratar de atraer inversiones y supuestamente salvarnos de
la crisis económica. Los trasnacionales petroleras se encuentran ya al acecho
como buitres esperando hacer su negocio redondo con el patrimonio
de los trabajadores y el pueblo.
Otra diferencia con el 68 es que la clase trabajadora en su mayoría aun
no ha sido derrotada, encarcelada y desmovilizada como ocurrió en la
época de los 50`s. Hoy asistimos a una de las
épocas en nuestro país en el que la clase trabajadora
se ha estado moviendo más firmemente
y de manera más constante. Tal es el caso de las
masivas movilizaciones ocurridas en el 2006
contra el fraude electoral y de la APPO en Oaxaca,
a la par que los mineros habían dado una
lección a la PFP y la policía en Lázaro Cárdenas,
Michoacán. Años antes habíamos presenciado
la derrota del foxismo en San Salvador
Atenco y las grandes movilizaciones de los trabajadores
del IMSS en defensa de su régimen
de jubilaciones y pensiones por mencionar tan
solo algunos ejemplos.
Hoy cada vez son más los contingentes que
se suman a la lucha obrera. Casi dos millones y
medio de personas se han amparado contra la
nefasta nueva ley del ISSSTE y varios de ellos
han hecho múltiples movilizaciones, los mineros
siguen estallando procesos huelguísticos en
defensa de la autonomía sindical y por mejores
condiciones de vida, el magisterio a nivel nacional
mantiene una lucha con diferentes ritmos
contra la mal llamada “Alianza por la Calidad
Educativa” y contra el charrismo sindical
de Elba Esther Gordillo, las movilizaciones en
defensa del petróleo han sido constantes y masivas
lo que ha evitado que por el momento se
concretara la venta de PEMEX.
En el caso de los jóvenes, éstos han sido una
parte central de una buena parte de estas luchas,
como en el caso de Oaxaca en donde eran
ellos quienes resistieron hasta el último momento
la entrada de la PFP a la ciudad y los últimos
en retirarse de las barricadas. Se han dado algunas luchas en la
UNAM sobre todo paros estudiantiles contra el porrismo y los directivos
corruptos, en el caso del Politécnico ha ocurrido algo similar aunque en
menor escala en el nivel de medio superior, los jóvenes rechazados de las
universidades han salido a luchar nuevamente este año exigiendo lugares
en las instituciones educativas, hoy en día quien se encuentra al frente
de las movilizaciones juveniles son los estudiantes normalistas en el DF
y en varios estados en el país en rechazo al pacto educativo de Calderón
y Gordillo y por un puesto de trabajo al concluir sus estudios, veremos
como en los próximos procesos de lucha la juventud cada vez mas va asumiendo
un rol protagónico.
A 40 años de los acontecimientos de 1968 la cuenta con el sistema y la
clase dominante sigue pendiente. El gobierno y la burguesía parecen seguir
el ejemplo de Porfirio Díaz y Gustavo Díaz Ordaz, pero se enfrentarán
con la poderosa resistencia de los jóvenes y los trabajadores que
sabremos retomar lo mejor de la lucha de nuestros compañeros en aquel
1968 y habremos de terminar lo que ellos empezaron: Construiremos una
nueva sociedad sin explotación y sin opresión.



A 40 años de la masacre del 2 de octubre::

La cuenta esta pendiente

¡Ni perdón ni olvido, castigo a los asesinos!

¡Por la caída de Calderón y su sistema de explotación!

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