CARAVANA DEL CONSUELO DE NORTE A SUR

La “guerra contra el narco” ha generado consecuencias para todos, incluyendo sectores de la burguesía y la pequeña burguesía. Diferentes organizaciones se han movilizado en contra de la guerra, tal es el caso del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) que encabeza el poeta Javier Sicilia. A continuación presentamos una modesta y respetuosa crítica hacia el movimiento, no con el fin de romper o tratar de dividir la organización, sino al contrario, con el fin de hacer un llamado a reconsiderar la política que han seguido.
 
Terminó la “Caravana al Norte” con discrepancias en el discurso que se manejó y con los hechos que se llevaron a cabo, quizás la más sobresaliente sea el desconocimiento del Pacto en Ciudad Juárez. Ahora, también termino la “Caravana al sur”, e igualmente aparecen varias dudas sobre el movimiento. En los autobuses viajaban víctimas de la guerra contra el crimen organizado y algunas que, como la hija de Lucio Cabañas, todavía sufren la represión de la guerra sucia; o el grupo de migrantes centroamericanos que siguen siendo victimas de las autoridades del Instituto Nacional de Migración y las diferentes corporaciones policíacas, los grupos de sicarios como los Zetas y la impunidad.
Caravana por la Paz en Tonalá. SIPAZ.
Fuente: http://sipaz.wordpress.com/2011/09/20/chiapas-caravana-al-sur-dia-2/


Surgen diversas expectativas sobre el futuro del MPJD al término de la “caravana al sur”, una de ellas es ¿cuál es el objetivo del movimiento y cómo llevarlo a cabo? Al parecer, el objetivo principal de la caravana ha sido el que las victimas compartan su testimonio. Sin embargo el convocar a mítines en donde escuchemos los desgarradores testimonios de las victimas pero sin un llamado claro a la organización y la movilización tal vez sea una de las razones por las que el movimiento ha bajado tanto su poder de convocatoria, la gente que seguía o simpatizaba con el movimiento se ha dado cuenta que no basta con rezar o intentar llegar a los sentimientos de las autoridades responsables de la estrategia de guerra o con llamados al crimen organizado para volver a su antiguo código de ética. Para algunos, el método de visibilizar a las víctimas de la guerra contra el narco y llegar a la “moral” de los asesinos, es el que se debe de llevar a cabo para detener la violencia (o por lo menos, así lo manejan en su discurso varios integrantes del movimiento); al respecto nosotros opinamos que para nosotros el método es valido, pero, consideramos que escuchar a las victimas no es suficiente para detener la violencia, ya que evidentemente, no es un problema de índole moral, sino político-social, en ese sentido, es necesario llevar a cabo acciones más contundentes, de lo contrario no se logrará un gran avance en el movimiento ni en la justicia a las victimas.

Se dice que este es un movimiento de las victimas, pero en realidad, parece que sólo una pequeña capa de personas son las que sobresalen en dicho movimiento y son ellas quienes toman las decisiones. El movimiento como tal (o los intelectuales sobresalientes), actúa en la lógica de la clase media, es decir, oscila entre la burguesía y el proletariado; y dependiendo de sus intereses de clase se vinculará con una u otra. Esto se ve reflejado en los cambios tan bruscos de la dirección del movimiento que por un lado desconoció el pacto en Ciudad Juárez, olvido la renuncia de Genaro García Luna, del gobernador de Morelos, Marco Adame, y de los presidentes municipales de Jiutepec y Temixco., entre otras, y en el otro extremo, en uno de sus primeros discursos denunciaba (en abril del 2011) al ”Gobierno, políticos, clero y empresarios como corresponsables de la crisis de inseguridad que azota al país”.

La visita a Oaxaca tal vez fue la más ríspida en términos políticos, en la conferencia de prensa, alguno de los asistentes preguntó del por qué el movimiento había pasado de las mentadas de madre a los besos y abrazos a lo que Sicilia respondió con un argumento basado en la moral y la religión, y comentó: “Sí, sí, sí, pero no entienden el discurso (refiriéndose los izquierdistas “radicales” de Oaxaca). No me enoja, entiendo que es incomprensión de los nuevos lenguajes. En las izquierdas muy petrificadas estas cosas les sacan de onda. Y en un país de machos en donde los hombres no se besan, estas cosas les remueven. Los grupos de izquierda tienen un lenguaje trasnochado y están rebasados por la realidad, pero tenemos que escuchar sus agravios”.

Pareciera que Sicilia no sabe que muchos de los asistentes a la conferencia a los que llamo “izquierdistas radicales”, han sido victimas de la represión gubernamental y que no han negociado con los represores, además que existen muchas mujeres dentro de la “izquierda radical”.

Es importante destacar la presencia de la iglesia y la religión en la Caravana al Sur y al norte ya que una parte importante de los oradores en la mayoría de los mítines eran representantes religiosos. Si bien es cierto que la mayor parte de sacerdotes, obispos y curas participantes en la caravana al norte y al sur representan un ala progresista de la iglesia, no podemos dejar de hacer notar que en cierta parte los mítines del MPJD se han convertido en una tribuna política de propaganda a favor de la religión y el pacifismo.

Sin embargo algo que es sumamente destacable tanto en las ciudades del norte y del sur por donde la caravana dejo su huella, es que existe un profundo rechazo a la estrategia de guerra y que miles de personas exigen un fin a la estrategia de guerra. El MPJD ha recorrido el país haciendo brotar el descontento, hace falta quien coseche y organice a las miles de personas que están dispuestas seguirse movilizando. En este sentido la Coordinadora Nacional Contra la Militarización creada recientemente a partir del primer encuentro nacional por la desmilitarización inmediata del país, tiene una gran tarea en ser uno de los aglutinadores del descontento que el MPJD se niega a movilizar.

Logo Caravana al sur.
Tomado de http://zapateando.wordpress.com/2011/09/12/


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