LA LUCHA DE ÁLVARO OBREGÓN CONTRA EL CAPITAL Y EL OPORTUNISMO.

Necio Ignacio.

“Bien parece, respondió Don Quijote, que no estás cursado en esto de las aventuras; ellos son gigantes, y si tienes miedo quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla”- Fragmento de Don quijote de la Mancha, en referencia a la batalla contra los molinos de viento.


El gran capital desde hace décadas está al acecho del Istmo de Tehuantepec. Esta zona representa una fuente de extracción de recursos naturales (es una zona rica en flora, fauna, petróleo, gas y actualmente aire); sin mencionar que su ubicación geoestratégica le permite llevar a cabo comercio interoceánico (no por nada este estrecho de tierra fue disputa entre el régimen de Díaz y Francia en su momento). En lo que respecta a Oaxaca, desde los 90´s grandes trasnacionales vienen contemplando proyectos para implementar la generación de “energía verde” en el territorio, como los  parques eólicos ejecutados a partir de las gestiones de José Murat y Ulises Ruiz; el actual gobierno de Gabino Cué, similar a sus antecesores, y mostrando su carácter de incondicional hacia la clase dominante, ha respaldado a estas empresas demagógicamente y con garrote en mano.


¿En qué consisten los proyectos eólicos?

A partir del tratado de Kioto, las grandes empresas pueden justificar las grotescas emisiones de gases contaminantes que genera su producción; disfrazandola de “energía verde” y “sustentabilidad”, se lleva a cabo una de las más novedosas formas de especulación en torno a los llamados bonos de carbono. Tal es el caso de “Mareña Renovables” (consorcio integrado por el Fondo de Infraestructura Macquarie, Mitsubishi, PGGM, FEMSA <>, además de quince miembros de la industria bancaria) que a partir de la instalación del parque eólico y aprovechándose de los fuertes vientos en la Barra Santa Teresa, Oaxaca, pretende producir “energía verde” y por lo tanto bonos de carbono. La energía eléctrica y estos bonos son intercambiables en todo el ramo industrial; quien compra la energía producida por estos parques también adquiere “permisos” y “justificaciones” para seguir contaminando. En pocas palabras: se ocupa el viento natural para generar energía, venderla como “sustentable” y seguir contaminando al recurso natural inicial; además de generar repercusiones en el ecosistema, viéndose afectada la flora y la migración de aves en la zona ¿irónico no?




En Álvaro Obregón ni la Tierra, ni el Mar, ni el Viento se venden... ¡SE AMAN Y SE DEFIENDEN!


2 de Febrero. Aniversario de la resistencia. Agencia municipal.
Nadie niega el beneficio que en ocasiones brindan algunas de las nuevas tecnologías, pero como bajo el yugo de este sistema todo es mercancía... la dignidad, la opinión y el sustento de las comunidades pasan a segundo plano. Si bien estos proyectos han iniciado en varias comunidades del Istmo de Tehuantepec (donde, siguiendo en el contexto de la ironía, son una burla las altas tarifas de luz), en la agencia de Álvaro Obregón perteneciente a Juchitán, el capital se ha encontrado no sólo con una oleada de resistencia, sino con una lección de organización y lucha popular a pesar de las complicidades y represión de los tres niveles de gobierno y sus partidos políticos. Oponiéndose a la firma ficticia de un contrato entre empresa y gobierno, esta comunidad dedicada a la pesca y afectada por el bloqueo que implicaría el proyecto sobre la Barra Santa Teresa, ha tenido que soportar en varias ocasiones la represión y el hostigamiento de las fuerzas policiales del estado y grupos armados pagados por Mareña.

El proyecto eólico en la Barra Santa Teresa.
Álvaro Obregón ha renunciado a las instituciones burocráticas que implica el régimen; en similitud con el heroico pueblo de Cherán en Michoacán, desechó a los partidos políticos de su comunidad dado los actos de complicidad  y oportunismo que estos acostumbran jugar; el pueblo recuperó pues, la antigua agencia municipal, erigiendo un cabildo comunitario y expulsando a todo charlatán que se parara en esta. Es a partir de aquí cuando la comunidad decide retomar el método asambleario para blindar la toma de decisiones y que estas se realicen horizontalmente. Se inicia el proyecto de la policía comunitaria; que a diferencia de las autodefensas comandadas por empresarios, ganaderos y terratenientes en algunos municipios de Michoacán, esta sólo cuenta con herramientas de defensa básicas y rudimentarias, sin perder su carácter combativo, pues parafraseando a Grandizo Munis: la efectividad de las armas se multiplica puestas al servicio de la lucha contra el sistema. Ante la negativa de aceptar por parte de los pobladores la entrada de los aero-generadores en las cercanías de la comunidad, el 2 de Febrero del 2013 el gobierno de Gabino Cué Monteagudo (que contrario a lo que dice su lema, no es un gobierno para todos) envía a las fuerzas represoras a abrirle paso a la ya menciona trasnacional, encontrándose con la férrea dignidad de mujeres, hombres y niños. Dado su nivel de combatividad, Álvaro Obregón es pues, la primer comunidad del Istmo de Tehuantepec en la que no se han podido ejecutar los eólicos.

La policía comunitaria de Álvaro Obregón.
La marina intimidando.























Los sabores agridulces de la resistencia


Mareña ha entendido muy bien que en Álvaro Obregón no sólo hay viento, mar y tierra; también hay dignidad y al igual que los recursos naturales, esta no se encuentra a la venta. A partir de esta lucha emprendida por el pueblo, la trasnacional se ha valido de amenazas, hostigamientos y sartas mediocres y legaloides contra los miembros de la Asamblea, Cabildo y Policía comunitarios. Desde el uso de la fuerza “oficial” hasta la contratación de matones al servicio de la empresa. Diversos atentados se han realizado contra la comunidad y sus miembros: estos han ido desde el monitoreo, señalamientos, amenazas telefónicas, persecuciones,  enfrentamientos encarnizados, quema de domicilios particulares e intentos de homicidio dirigidos contra los sectores combativos. Recientemente, organizaciones oportunistas que operan en el Istmo como la COCEI, en contubernio con los tres niveles de gobierno y los partidos han tratado de impulsar el regreso del sistema electoral al servicio de la burguesía, acrecentando así el clima de tensión. En diferentes fechas, durante la primer quincena del mes de abril  se atentó contra la vida de dos miembros de la policía comunitaria, Moisés Jiménez y Nibardo Toledo Vicente; a punta de arma de fuego y armas blancas, respectivamente. A pesar de estas situaciones los habitantes de esta combativa colonia, nos han enseñado que en ocasiones los tragos de la resistencia y ofensiva contra el sistema no son meramente dulces, pero hay que digerirlos, pues en un futuro, a base de organización, politización y conciencia, la libertad los tornará más agradables.

Desde este medio condenamos la represión, hostigamiento y violencia dirigidos contra la comunidad de Álvaro Obregón y sus habitantes.

Para comprender un poco la resistencia que se mantiene contra los proyectos eólicos en el Istmo de Tehuantepec, sugerimos ver el documental “Somos Viento”, al cual puedes acceder presionando AQUÍ.

Organización y defensa de la autodeterminación. 



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