Periódico El Comienzo agradece la invitación al Segundo Foro Estatal de la Mujer Trabajadora "Clara Zetkin" organizado los pasados 7 y 8 de marzo en Morelia, Michoacán, en las instalaciones de la Escuela Normal para Educadoras. Tuvimos la oportunidad de introducir el panorama histórico de la participación de las mujeres en la lucha popular además de estar presentes en la marcha del 8 de marzo con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora realizada en dicha ciudad.
Compartimos el resumen de nuestra ponencia.
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La lucha de las mujeres contra la opresión y la explotación, está inmersa en la lucha de clases y el movimiento obrero. No ha habido un movimiento importante en la historia sin que se presente la participación de la mujer, resaltando su carácter combativo y solidario, transformador y revolucionario.
La participación de las mujeres en acontecimientos históricos del movimiento popular se inicia a partir de sus intentos por conquistar sus derechos básicos así como por mantener una abierta lucha en la defensa de dichas conquistas históricas.
En el siglo XVIII su participación fue decidida durante la Revolución francesa (1789), incluso las mujeres fueron protagonistas de la Marcha a Versalles en octubre de ese mismo año, hecho que dio inicio a esta revolución. Aunque no se tuviera éxito en su participación en las instituciones políticas, las mujeres de la “clase baja” marcharon de París a Versalles para exigir pan a la Monarquía. Se considera que esta fue una de las primeras expresiones colectivas de reclamación por sus derechos. Bajo el lema de “Igualdad, libertad y fraternidad” este movimiento democrático -burgués no garantizó el reconocimiento de la mujer como ciudadana de igual valor que el hombre. Tuvieron que pasar casi dos décadas para que en diversos países “democráticos” se otorgara el derecho al voto para la mujer.
Otro acontecimiento histórico de importancia en la participación de la mujer fue la revolución industrial. Es a través de la incorporación de las mujeres al proceso productivo que se empiezan a gestar las condiciones para la actividad por reivindicaciones inicialmente económicas y posteriormente políticas.
La sujeción a la jornada laboral trajo consigo el desapego del hogar y los quehaceres de madre, hija o esposa. Pronto comenzaron las protestas a partir de diversos ideales democráticos como el voto mismo; el “sufragismo” fue característico del movimiento feminista que comenzaba a desarrollarse en diversos países de desarrollo capitalista así como una demanda fundamentalmente basada en instituciones políticas más o menos consolidadas.
Por otro lado las demandas de las obreras, además de exigir su derecho al voto, giraban entorno a la necesidad de guarderías, una mejor educación para ellas y para sus hijos, el cumplimiento de los patrones con la capacitación profesional así como la apertura de espacios laborales para aquellas mujeres que se incorporaban a las filas de la producción.
El surgimiento del movimiento feminista denuncia la sociedad predominantemente machista, evidenciando la tiranía contra la mujer sustentada por el hombre quien la ha privado de sus derechos ya que incluso los ideólogos más progresistas de la primera mitad del siglo XIX discrepaban acerca de la igualdad de la mujer ante el hombre.
Para el marxismo, la dominación de una clase por otra puede compararse con la dominación de la mujer por el hombre, relación que sólo podría romperse a través de la emancipación de la clase oprimida en su conjunto, hombres y mujeres en una lucha por la transformación de esta sociedad.
Sin embargo, es claro que la lucha emprendida por las mujeres debe estar basada en un feminismo de clase, como el que impulsó Clara Zetkin, entendiendo que la mujer trabajadora debe luchar por las condiciones que liberen de sus cadenas a hombres y mujeres por igual, en una colaboración no de clases, sino de género. En este sentido una base de la emancipación femenina es su independencia económica frente al hombre por lo que la mujer que no trabaja se encuentra en una situación poco favorable ya de que desde la antigüedad el trabajo reproductivo de la sociedad (aquel que se realiza en el hogar para cuidado de la especie humana) no ha sido valorado económicamente.
La lucha emprendida por Clara Zetkin y las mujeres trabajadoras, impulsó el 8 de marzo como el día internacional de la mujer trabajadora, siendo desde sus inicios una celebración activa de carácter popular.
Pronto se dejaron ver diversas conquistas tras la revolución rusa, principalmente el aborto legal y la socialización del trabajo doméstico. Las guarderías y comedores comunitarios, la educación sexual, el divorcio y matrimonio civil, el voto femenino, el acceso a la educación entre muchos otros logros de las mujeres con la revolución.
Ya en el siglo XX concretamente en la década de los 60’s se fortalecieron los movimientos feministas y las demandas fueron ampliándose cada vez más. La mujer entonces participó desde la lucha contra la esclavitud en Norteamérica, hasta las demandas de igualdad, derechos políticos, por el derecho sobre su sexualidad y por demandas laborales.
El acceso a los anticonceptivos, la despenalización del aborto, y la posibilidad del divorcio marcaron grandes avances en la sociedad patriarcal y conservadora.
Las demandas de trabajo igual, salario igual, igualdad de oportunidades en la enseñanza y el campo laboral, guarderías gratuitas y públicas, problemas como despidos por embarazo, acoso sexual, violencia de género y feminicidios, la defensa de conquistas históricas como contratos colectivos y prestaciones sociales, apertura de matrículas en la educación, los derechos ambientales y en general contra la explotación han sido la constante en el movimiento feminista.
Realizando huelgas, marchas, plantones, paros laborales, agitación, propaganda y demás, las mujeres han enfrentado represión, encarcelamiento, violaciones, desapariciones y asesinatos. Pero han jugado una parte activa en la lucha de clases. Su incorporación en el movimiento obrero ha sido desde diversas trincheras, como ciudadanas, maestras, esposas, madres, hijas y sobretodo como trabajadoras.
El 8 de marzo es el día internacional de la mujer trabajadora. Trabajadoras que enfrentan, la misma explotación e injusticia que los hombres. Compañeros de vida y de lucha, sin un mejor lugar que codo a codo en una lucha por la transformación social.
La verdadera y efectiva emancipación de la mujer no vendrá de la lucha entre lo sexos, sino entre las clases, sin hacer concesión alguna a la discriminación, la desigualdad y el machismo tenemos que poner en el mismo plano la lucha contra el capitalismo.
1 comentario:
Porque la opresión contra la mujer esta tan arraigada en nuestra construcción como sociedad; hay momentos que la lucha con esta manera en que te mira, trata y observa el mundo, encasillandote en cautiverios de madre/esposas, putas o locas,no te deja otra salida que la naturalización de la violencia, creyendo que es amor, cuidado o "caballerosidad".
PORQUE DE TRAS DE UN HOMBRE BURGUÉS HAY UNA "GRAN MUJER" Y DE TRAS DE UN HOMBRE REVOLUCIONARIO, NO HAY NADIE PORQUE LA MUJER SIEMPRE ESTA A SU LADO, NUNCA ATRÁS!
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