La lucha del SME, un balance desde la base. Entrevista a Marco Antonio Olvera Carrillo, miembro del sector de agencias foráneas del sindicato.


Carmen Carrera

A 21 meses del decreto presidencial que dio por terminada la existencia de la empresa Luz y Fuerza del Centro, existen diversas interpretaciones de lo obtenido y una serie de perspectivas de lucha diferentes. Es conocido que el conflicto de LYFC no comenzó en octubre del 2009 con ese decreto, sino que el propio gobierno federal y la burocracia sindical fueron cosechando los problemas de la división interna que en anteriores años se vino sembrando.
El contexto de las divisiones internas y la elección de la secretaría general del partido fueron aprovechados por el gobierno federal para la toma de las instalaciones a través de la Policía Federal y trabajadores de CFE. Desde ese entonces y debido a esos problemas internos, personajes como Alejandro Muñoz fueron clave en la ruptura que se dio entre la alternativa de enfrentar el decreto por la vía de la lucha organizada y la de echar mano de la conciliación. “Alejandro Muñoz encabezó la polarización a lo interno del sindicato, y fue culpable de que más del 60% de la base laboral se liquidara en la primera etapa cuando el gobierno ofreció las bonificaciones”.


Aunado a esto la política de linchamiento desatada en los medios masivos de información fue legitimando cada vez más la acción presidencial de extinguir a LYFC. “Vino una etapa en la que se decide manejarnos por la vía jurídica y mantener la lucha organizada, fue acuerdo de asamblea realizar diversas marchas, plantones y acciones que al día de hoy son incontables, no es posible recordar todos lugares donde hemos estado presentes difundiendo nuestra lucha, pidiendo la solidaridad de otros sectores y llevando nuestro caso para que fuera atendido.  Quizá lo más sonado fue la huelga de hambre de 90 días que algunos como Cayetano Cabrera  mantuvieron hasta sus últimas consecuencias. También están las mujeres, cada una de las esposas de los smeitas ha resistido esta lucha junto con su familia, porque mantener esta lucha no es fácil menos cuando ya no se puede llevar un sustento a la casa, y las mujeres han demostrado su apoyo llevando ese sustento mientras algunas también apoyan en la lucha directa, aquí la familia  completa está involucrada en la lucha”
Después de estos 21 meses en lucha, el SME se mantiene vivo con un núcleo firme de quienes hasta el momento permanecen en la lucha activa y entre los que están los trabajadores que representan esa capa consiente y persistente de alrededor de 16 500 empleados que se mantienen en resistencia. Sin embargo a la fecha, se han presentado situaciones que no han dejado un muy buen ejemplo de lucha entre algunos miembros de la base, como fue el apoyo implícito que mostró Martín Esparza hacia Peña Nieto, estando presente en el último informe de gobierno que éste presento, además de ser incapaz de declararse en contra de las políticas de represión que ha desatado el gobernador del PRI en el Estado de México. ”Incluso en fechas recientes la dirección sindical ha publicado un comunicado donde respalda algunas de las políticas de Elba Esther Gordillo, no podemos mostrar solidaridad alguna con una persona que representa traición a la clase trabajadora. “
“Está claro para mí y por lo menos para un sector importante aunque algo minoritario de trabajadores en resistencia, esta situación de que la dirección está tomando un rumbo oportunista que además no tiene rumbo fijo, y que se da por pensar en el PRI y sus aliados como una alternativa para crear una nueva empresa y conseguir la figura del patrón sustituto. Se tienen esperanzas en el PRI y eso nos deja sin saber hacia dónde vamos”
“Está también el caso de los presos políticos, hasta el día de hoy hay 13 compañeros presos políticos entre ellos Miguel Márquez Ríos quien lleva 9 meses preso acusado de secuestro, robo y demás delitos fabricados. Por todo esto hemos tenido que aprender de compromiso, disponibilidad, participación y unidad para la acción. Todas estas experiencias de lucha han sido fuertes y aleccionadoras, uno aprende de reflexión, crítica, resistencia y dignidad, pero aún con eso muchos compañeros de la base no son totalmente capaces de sacar sus propias conclusiones acerca de que estamos viajando sin un rumbo claro y que no debemos de tener esperanzas ni confianza en que venga un partido político a solucionar el problema de los electricistas”.

Al día de hoy es sabido que el movimiento de los electricistas se encuentra en un reflujo. Acerca de la Organización Política Nacional, también se piensa desde la base que no es posible fundar un “intento de partido de los explotados” mientras se tienda al oportunismo y a la conciliación con algunos personajes que han demostrado que sus intereses son ajenos a los de la clase obrera. “Lo que se necesita es que la gente que está en otros lados, en otras luchas, pueda venir acá con los electricistas, podamos platicar, que puedan estar presentes en la convivencia diaria que se tiene por ejemplo en el plantón, que puedan ver cómo nos desenvolvemos en la lucha cotidiana, y que también ellos puedan compartirnos sus experiencias. Es bueno ver a otros trabajadores o a los estudiantes que no solo se queden en su trinchera sino que puedan estar aquí, se requiere organizarnos juntos e impulsar actividades culturales, foros, círculos de estudios y demás cosas que puedan hacerle ver al smeita que no está solo, que su lucha se comparte con otras luchas, y que en lo que queda de ese núcleo capaz de seguir luchando, aún existe un potencial revolucionario que tal vez no se conoce bien pero que es bastante capaz de lograr una transformación social con la ayuda de todos”

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