Óscar Ajal
• Más de
seis meses han pasado ya desde la desaparición de los compañeros pertenecientes
a la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, ubicada en Ayotzinapa, Gro. Más
de seis meses de los ataques en Iguala en los que fueron asesinadas 6 personas
y 43 normalistas fueron desaparecidos forzadamente por policías y sicarios. Más
de seis meses de búsqueda y lucha incansable por parte de los familiares de los
desaparecidos han evidenciado internacionalmente la esencia represora del
Estado, con la faceta más cínica encarnada en el Partido Revolucionario
Institucional (PRI). Sin embargo la represión hacía Ayotzinapa ha intentado
cerrarse con un “carpetazo” gubernamental al puro estilo de Díaz Ordaz.
Mientras tanto nuevos golpes han sido asestados a las y los trabajadores, como
la puesta en marcha de la privatizadora ley general de aguas nacionales o la
universalización de la salud. Ante un panorama difícil, es necesario hacer un
recuento de la situación nacional, mirando serenamente el golpe infligido el 26
de septiembre, para visualizar los errores y emprender así la reactivación de
la lucha, por la presentación con vida de los compañeros desaparecidos, pero
también, para emprender la embestida revolucionaria contra los ataques futuros,
en miras de terminar con el capitalismo, culpable y generador de la situación
precaria en la que vive no solo México, sino el mundo entero.
