Mr. Bn
FECAL
impulsó, desde el 2006, una política de control social y militarización
mediante la absurda “guerra contra el narcotráfico” con una supuesta estrategia
de atacar al crimen organizado con las fuerzas armadas. Hasta la fecha los
resultados han sido decadentes: más de 100, 000 muertos, 30 mil desaparecidos,
miles de desplazados, la violencia generalizada en todo el país, y
no suficiente con esto el narcotráfico sigue impune y los niveles de drogadicción
no han disminuido en lo más mínimo. No cabe duda
que esta guerra es un pretexto para legitimar a un gobierno que no llegó por
vías democráticas a la presidencia, y que careció de sustento político. Ante
esta situación la clase dominante optó por la violencia y el terror como la
única manera de ganar cierta veracidad.


Sin lugar a
dudas existe un descontento generalizado en Michoacán, sus consecuencias se
pueden observar desde hace algunos años, por ejemplo en Cherán donde la gente
harta de los abusos del narcotráfico y la corrupción de las autoridades, decidió
tomar los rumbos de su comunidad expulsando a todos los políticos y ejerciendo,
ellos mismos, el control de la seguridad creando barricadas en todos los
accesos de la comunidad e impulsando una ronda comunitaria de seguridad con fogatas
que vigilan en cada esquina. Se ha
impulsado un proceso de organización que va más allá de la seguridad, pues los
aspectos políticos se determinan mediante asambleas donde la gente el Consejo Comunal toman las decisiones y la
ronda comunitaria está subordinada a esta.
La situación de violencia e inseguridad también dio salida en Febrero en
Tepalcatepec y Buenavista con grupos de autodefensa, la gente salió armada para
combatir a los narcotraficantes. La autodefensa está integrada por las personas
que han resultado afectadas, que están molestas y hartas de la situación. El
gobierno afirma que el uso de armas está fuera de la ley y ellos responden defendiéndose,
de manera “ilegal”, contra los abusos del narcotráfico.
Las
autodefensas de la tierra Caliente tienen demandas legítimas y gracias a ello
cuentan con el respaldo de un amplio sector de la población. No dudamos que existen
personas sumamente honestas, convencidas de que la seguridad de su comunidad
está en sus manos, y sin lugar a dudas es un
gran paso para la organización social el hecho de que la gente tome las medidas
para su propia seguridad de manera un tanto independiente al estado. Sin
embargo, no podemos dejar a un lado que dentro de los grupos de autodefensa
existe una gran pluralidad de diversos sectores sociales: los empresarios, la
pequeña burguesía local dueña de bodegas, tierras, huertos, transporte, etc.,
tienen más “autoridad”, por lo menos es términos económicos, lo que les permite
financiar y, quizás en un determinado momento, subordinar las autodefensas a su
disposición (Sacerdote de Apatzingán señala quién financia a los grupos de autodefensa ). Así
precisamente con el acuerdo para la “legalización” de los “Cuerpos de Defensa
Rurales” (Gobierno y autodefensas firman acuerdo contra crimen organizado) están respondiendo a la estructura que los financia, pues de alguna manera se estarán comprometiendo a actuar bajo el mando del estado y al márgen de la ley,a las ordenes de las autoridades locales que lo que menos quieren es que este proceso de organización se les valla de sus manos.
La política de Peña Nieto se ha basado principalmente
en la represión. Regresan los “Díaz” de violencia con las “Ordaz” de sangre
acompañándolos, pero quiere mantener sus manos limpias. Así, bajo la "legalidad", los grupos de
defensa, ahora se podrían convertir en equipos paramilitares que le permitirán al estado
actuar, siguiendo la lógica de la guerra contra el narcotráfico, sin ensuciar su
nombre: el atacar a los nuevos procesos de organización popular sin necesidad
de recurrir a la fuerza pública será el objetivo. Ahora quieren encauzar a los
grupos armados al margen de la ley, para atacar a la población civil, extender
el miedo, el terror y la violencia, desplazar a la gente antes de que surja un
estallido social. La política será en nombre de la defensa del “Estado de
Derecho”, donde no haya autodeterminación y no exista la organización popular (
Michoacán, el laboratorio peñista para acabar con las autonomías). ¿Por qué tanta prisa en legalizar a las autodefensas mientras el
narcotráfico lleva décadas gozando de impunidad? A final de cuentas, para el
gobierno es mucho mejor tener que rivalizar contra los cárteles de droga que
vienen siendo “amiguitos” de la burguesía, que a un pueblo armado y con un
descontento popular en ascenso.

De nada servirá tener a las “cabecillas” del narco si
no se ataca el problema de raíz: el estado. Se seguirán acumulando los "daños
colaterales" de la guerra contra el narco. Para la clase dominante
nosotros sólo somos estadísticas, somos simples números. No importa que mueran
diez, cientos, miles de personas: a ellos les sobra "mano de obra", a
nosotros muerte, violencia y miseria. Poco servirá detener a los grandes líderes,
es como cortar sólo una serpiente de la cabeza de Medusa, la cuestión sería
decapitar al estado y decapitar al capitalismo. (Autodefensas en Michoacán: ¿Guerra civil o insurrección de la burguesía?)
*Aclaramos que nosotros como organización, no estamos inmiscuidos, no conocemos el proceso de fondo, y por ende no
tratamos de dar ideas acabadas o algo establecido. Creemos que esta situación
es muy delicada y nos limitamos a dar una breve interpretación del asunto.
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