Mr. boon

Federico Engels, “La situación de la clase obrera en Inglaterra”.
La
teoría marxista nos brinda, a partir del análisis y participación en los
procesos revolucionarios, ciertas herramientas para interpretar el sistema, y
poder destruirlo. Sin embargo es un error considerar estos textos como un
dogma, como una teoría definitiva e inalienable. De ser así, caeríamos en un
vacio ideológico dentro del marxismo, que se caracteriza precisamente por estar
en constante evolución de acuerdo a las condiciones y contextos históricos.
También es un error creer que estos textos contienen la verdad absoluta, pues estaríamos
concibiendo al marxismo como una religión y no como ciencia. “Si en algún momento de la evolución de la
humanidad se compusiera un sistema definitivo y concluso de las conexiones del
mundo físico, espiritual e histórico, quedaría con ello cerrado el reino del
conocimiento humano, y quedando también cortada la posterior evolución
histórica, a partir del momento en que la sociedad se encontrara instituida de
acuerdo con aquel sistema: todo lo cual es un absurdo y puro contrasentido. Los
hombres se encuentran, pues, situados ante una contradicción: reconocer, por
una parte, el sistema del mundo de un modo completo en su conexión, y, por otra
parte, no poder resolver jamás completamente esa tarea, tanto por su propia
naturaleza humana cuanto por la naturaleza del sistema del mundo.“ (Engels,
“Anti – Dûhring”).
En
ese sentido, los siguientes párrafos son un pequeño aporte que intenta fomentar
el interés por la formación política, no pretendemos brindarles una fórmula
acabada para acabar con el capital, sino dar una pequeña base ideológica, dirigido
principalmente a los trabajadores de manera didáctica: definiendo una serie de
conceptos sobre sindicalismo basándonos en los textos clásicos del marxismo.